Había una vez un colobrí que movia sus alitas
al ritmo de un danzón. Batía sus alas con alegría hasta que un día se
topó de frente con un aguila y esta le dijo: pequeño colibrí por qué
mueves tus alas tan rapido si de por si nunca vas a poder volar más
rapido que yo. El colibrí sonriendo le contestó: Tu compites porque
necesitas demostrarte que vales.Yo ya sé que valgo mucho, por eso no
compito, simplemente muevo mis alitas al ritmo de mi corazón.
Etiquetas: kuento
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