martes, 13 de enero de 2009

Recuerdo de otra vida.

En lo recóndito del arroyuelo se encuentra María, mujer de desventura y soltura. Ella, al igual ke sus hermanas no sabe nadar. Pero sin embargo la enkanta ir a la posa de los sauces. Quizás sea por sus cristalinas aguas en donde ella suele reflejar su hermoso rostro o por los muchachos guapos que se bañan en la posa. María los observa con disimulo. A uno en particular, creo ke se llama Javier.
Dándole vuelta al roble vive él junto con sus siete hermanos. Sí, siete, en akella época era normal tener tantos hijos, sobre todo para una mujer tan fuerte como doña Sonia. Ke A pesar de ke le toco criarlos sola ya ke su marido, como la mayoría de los hombres mayores de 30 del pueblo murió en la guerra de las aspas.
Kuenta una leyenda urbana ke en el día del aniversario de la anexión del pueblo al Portugal se aparecen todos los soldados marchando en la madrugada por la calle principal. Llevan su uniforme negro, pero ya corroído por el polvo y el sol.

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